El otro día leí un tuit: “Demasiado joven para tirar la toalla, demasiado mayor para recogerla del suelo”, así decía.
Quizá describa bastante bien tu situación en este momento. Te sientes viejo para aplicar eso de “borrón y cuenta nueva” pero demasiado joven para conformarte con lo que la vida tenía guardado para ti (hasta hoy).
Un día estallaste, algo pasó para que vieras claro que lo tuyo es la cocina, que lo que a ti te gusta es la adrenalina entre fogones, trabajar los sabores, pertenecer a un oficio donde la creatividad no tiene límites (y además es una obligación), crear para que otros disfruten, sentir esa sensación pletórica de que tu trabajo bien hecho supone el placer de otros.
Puede, incluso, que esta pasión se haya convertido en tu mayor secreto. Seguramente por vergüenza o inseguridad frente a la gente que te rodea. Por miedo a que no lo tomen en serio y terminen por no apoyarte o por tratar de quitarte las ganas.
Hakuna Matata, amigo.
No tienes que preocuparte. La reorientación o reorientación profesional es algo muy extendido. Es muy normal que lo que nos llena ahora sea totalmente diferente de lo que nos llenaba a los 18 años cuando salimos del instituto. Permítete cambiar de opinión. Sabes qué es lo que quieres y sabes que el cambio será para bien.
Es muy fácil escribirlo pero cuando te toca es otra historia, estarás pensando. Bueno, voy ayudarte:
Gestiona el miedo al cambio y dar el paso hacia tu reorientación profesional:
- Conecta con lo que te apasiona de verdad. Mírate dentro un momento y escucha lo que tu cuerpo te está pidiendo a gritos
- Olvida los límites. ¿Qué harías si no tuvieras miedo?
- Filtra los comentarios de la gente que tienes alrededor. Es tu vida, tu futuro. Eres tú quien va a trabajar 8 horas (o más) diarias en el mismo lugar y, estaría muy bien que, al menos, lo hicieras con ganas e ilusión
- Confía en ti mismo. Date permiso para hacer las cosas. No te sabotees. Deja de decirte cosas negativas, de buscar excusas y de acomodarte.
- Detecta qué es exactamente lo que te está frenando: ¿el dinero?, ¿las opiniones de los demás?, ¿te da miedo salir de tu zona de confort?, ¿no te ves capaz?, ¿te da miedo equivocarte?
- Perservera. No pospongas las decisiones. Si dejas pasar otro día más, volverás a autosabotearte, volverás a buscar excusas. Toma una decisión AHORA y llévala a cabo, mañana no va a cambiar nada. No te vas a arrepentir porque es lo que quieres.
Son 6 consejos muy facilitos de llevar a cabo, sólo tienes que querer.
Da el paso. Date una oportunidad, te lo mereces.
Y ahora te toca a ti, como siempre.
¿Hay algo que te frena a la hora de tomar decisiones? ¿Te identificas con los rasgos del post?
Me encanta leer vuestros comentarios 🙂