Hace unas semanas hablamos de los 3 errores más frecuentes en la elaboración de una carta. Por los mails recibidos sé que dimos en el clavo y más de uno estáis rehaciendo las vuestras. Cosa que me alegra muchísimo.
Por ello, volvemos a tocar el tema. Esta vez para ayudarte en la confección de tu nueva carta a través de cinco claves para elaborar una buena carta.
CLAVES PARA ELABORAR UNA BUENA CARTA
#1. EL TIEMPO APREMIA
Después de corregir el error anterior de construir cartas interminables, diseña tu carta teniendo en cuenta que el comensal no debe tardar más dos minutos en leerlo. Recuerda que en el post “Los 3 errores más frecuentes en la elaboración de una carta” ya hablábamos de huir de las cartas interminables y de centrarnos en nuestro cliente ideal. Que, repetimos, no, tu cliente ideal no es todo el mundo que pase por la puerta.
#2. CUIDA EL DISEÑO DE LA CARTA
El diseño de la carta tiene que ir en concordancia con el diseño del establecimiento y la personalidad de la marca. ¿Es tu establecimiento un lugar serio y distinguido? ¿Es un gastrobar pensado para jóvenes? ¿Es un mesón de estilo familiar?
Teniendo en cuenta esto, elegirás el tono de la carta, la fuente a utilizar, el nombre de los platos incluso el precio de los mismos (por supuesto basándote en los costos y escandallos).
Apostar por un soporte original concordante con tu negocio puede ser un genial comienzo para un comensal. La carta no tiene por qué estar escrita siempre en papel o entregada en carpetas de piel. Cada vez más los establecimientos cuentan con cartas más originales: electrónicas, en pizarras indivuales, en tablas de cortar, grabadas en tacos de madera, etc.
#3. DESTACA LA ESPECIALIDAD DE LA CASA
Los pajaritos del Ruperto, las croquetas de Casa Ricardo o los caracoles del Cateto. Muchos establecimientos se llenan y se hacen célebres por destacar en un único plato.
Trabaja tu tapa o plato estrella y recálcalo en tu carta como sugerencia. No debe dejar de salir de la cocina desde el inicio al final del servicio y, por supuesto, nunca debe agotarse.
#4. PONLO FÁCIL
Guía al comensal en el orden de comanda a través de la carta.
Pon en primer lugar los entrantes, ensaladas o platos para compartir, después los primeros, los segundos, los postres y bebidas. Agilizarás el trabajo en cocina, te permitirá organizarte mejor y le harás un favor al comensal.
#5. DI NO A LOS JEROGLÍFICOS
Quizá te parezca muy original bautizar a tus platos con nombres como “Manjar de Dioses”, “Delicia vegetal” o “Sorpresa salada” pero no suman nada y sólo sirven para ralentizar el trabajo de los camareros y confundir a los comensales.
Mucho mejor dejar claro en la carta lo que ofrece la cocina y no marear al cliente con nombres fantásticos y dispersos.
Parece fácil y, sin embargo, no lo es.
Vete acostumbrando a este difícil y tedioso trabajo porque lo recomendable es cambiar la carta 2 veces al año, el cambio de estación es un buen momento.
No olvides que la carta es el ADN de tu restaurante, que es tu oportunidad para ganar un cliente o perderlo para siempre (no somos de dar segundas oportunidades). Así que siéntate, piensa con calma y haz de tu carta la oferta perfecta para tu cliente ideal.