Viajar Siendo Cocinero

Coge tus Cuchillos y Vete

Es de sobra sabido que la cocina tiene numerosas salidas laborales.

¿Cuántas veces has oído (o dicho) esto de «yo me voy y ya trabajaré fregando platos, pelando papas o lo que sea»?  Tropecientas veces, seguro.

Comer ha pasado de necesidad biológica a placer, a actividad lúdica. Y resulta extensivo en casi todo el mundo.

Sabemos que ahí fuera hay mil puertas abiertas si quieres trabajar en hostelería, y de par en par, si eres cocinero profesional .

La cocina abre puertas al mundo

 

El porcentaje de inserción laboral del oficio de cocinero en España no es bajo. Si has invertido en una formación útil y eficaz, has aprendido a trabajar profesionalmente y tienes cualidades como la honestidad y el compañerismo, es muy muy difícil que no encuestres tu lugar en la profesión.

Sería egoísta decirte que te quedes, que este país necesita gente como tú (lo cual es cierto) pero veo que tienes entusiasmo, hambre de aprender y ganas de comerte el mundo (nunca mejor dicho). Siempre podrás volver y lo harás convertido en un completo profesional con mucho que compartir, te estaremos esperando.

 

Pero bueno, volvamos al inicio, ¿tienes dudas? ¿no sabes qué te encontrarás? ¿te asusta la incertidumbre? ¿no saber si es una buena idea?

Como hablamos en otra ocasión, la cocina es como un Erasmus sin vuelos low cost ni maletas diminutas. No pararás de conocer gente, te llegarán muchas propuestas, ofertas de trabajo y planes de emprendimiento. Te pasará. Se te presentarán muchas oportunidades de cambiar de aires, de empezar de cero en lugares emergentes o de formar parte de un equipo en destinos vacacionales de arena blanca y aguas turquesas. Y, aunque la oferta, resulte tentadora, puede que decidas no arriesgarte.

 

¿Por qué SÍ viajar?

Es cierto que la tecnología nos permite tener acceso inmediato a la información desde y sobre cualquier lugar del mundo. Es posible estudiar Cocina Internacional en las escuelas, adquirir libros sobre cultura gastronómica o descubrir las auténticas recetas de cualquier país, tecleando la frase en google.

Pero ningún dato ni ninguna información puede aportarte la vivencia.

Explorar, salir, conocer, probar, comer en mercados de abastos, cocinar con mamás y abuelas nativas, comprender y aprender a respetar otra cultura, rescatar productos, charlar con cocineros oriundos, compartir sensaciones, aprender a satisfacer otros paladares… Viajar resulta un aprendizaje continuo. Desde el momento del aterrizaje hasta que vuelves a casa.

Volverás siendo otra persona. Mucho más madura, con las ideas más claras, con otra visión de la cocina, de la vida y de tu futuro. Una persona más interesante, más rica en conocimiento y en experiencia.

Por si fuera poco, haber trabajado en otros países enriquece tu CV, le agrega un valor añadido que te diferenciará de otros y que sumará a tu favor. En cuanto a tu experiencia, será otro as en la manga: un montón de nuevos recursos para sorprender y aprovechar.

 

Lánzate

Así que haz las maletas.

Viaja teniendo tus metas claras. No te disperses. Ve y consigue eso que te has propuesto. Demuestra tus ganas.

Aprende. Disfruta. Valora cada Éxito.

Y, en la medida de lo posible, vuelve.


 ¿Has pensado alguna vez en irte a otro país? ¿Qué crees tú que te aportaría profesionalmente viajar? ¿Qué te frena o que te impide tomar la decisión?

Cuéntame tu caso aquí abajo. Me encantaría saber qué piensas.

 

Un abrazo,

 

Vero.

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