O Guía Rápida y Punkera del Uso de las Hierbas y Especias.
Aportan sabor, color y aroma, no engordan, son fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales y contribuyen a reducir el consumo de sal, entre otras virtudes. ¿Alguien da más?
Las especias.
El gran reto, un arma de doble filo.
Saber cómo usar correctamente las especias en cocina es cuestión de práctica, de estudio y de mucha prueba-error. Pueden llenar un plato de Rock&Roll o, tras un mal uso, arruinarlo con una sobredosis de sabor especiado que enmascare los demás ingredientes.
¿No te ves capaz de combinarlas con acierto?
Tengo que confesar que aunque hay cientos de publicaciones, libros y textos escritos sobre el uso culinario de los condimentos, las combinaciones son algo muy subjetivo e inherente a la personalidad gastronómica del que está frente al plato.
Sin embargo existen combinaciones clásicas que han perdurado en el tiempo y que siguen siendo parte en las elaboraciones contemporáneas por su perfecta armonía.
Siguiendo estos tándems no tienes que tener miedo a errar.
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Pero tampoco me he olvidado de los intrépidos cocinillas, aventureros culinarios y paladares inquietos así que propongo combinaciones menos habituales, aunque bien estudiadas. Para ti, foodie inconformista de mis amores, para que sigas haciendo de tus platos un deporte de aventura.
5 Hierbas y Especias que Llenarán Tus Platos de Rock&Roll
LA ALBAHACA: La top model de las hierbas.
Bella, seductora y agradable. Cuenta con numerosos fans en todo el mundo pero sin duda, sus mayores devotos están en el país de la bota. La albahaca es ingrediente imprescindible e insustituible de la cocina italiana. Imposible imaginar Italia sin el pesto genovés o sin albahaca en platos de pasta o ensaladas de mozzarella.
No te equivocarás con la combinación albahaca + tomate. Hasta el más desastre entre fogones será capaz de conseguir felicitaciones. En sopas, risottos, ensaladas, bruschettas de pan casero, con mozzarella o con pasta fresca. Combinación clásica y acierto seguro.
¿Te va la marcha? Atrévete con combinaciones menos convencionales como albahaca + coco. Fresco y con un toque asiático.
EL ROMERO: Contrato fijo en casa de la abuela
El olor del romero fresco transporta a noches de camping y fogata, a paseos por el bosque en busca de leña. Eucalipto, pino, flor. Parte vital del enclave mediterráneo y de la cocina tradicional española, nunca perdió su lugar en el especiero de las abuelas y lejos de jubilarse, sigue siendo un “must” en cualquier cocina del mundo.
Acertarás con el tándem romero + cordero. El aroma fresco del romero suaviza el carácter graso del cordero. Puedes probarlo en guisos o embutidos caseros.
¿Algo más atrevido? Prueba a mezclar romero + albaricoque. En mermeladas, almíbares y postres o en una salsa para acompañar cerdo o cordero.
EL TOMILLO: El papá del Bouquet Garní
Inherente a la cocina clásica francesa. Parte indispensable del Bouquet Garni y las hierbas provenzales.
Protagonista en cocinas de “chup chup”, del slow food, de la cocina con amor, tiempo y dedicación. Su don de facilitar la digestión lo convierte en la hierba perfecta para comidas pesadas y grasas.
Combina sin miedo tomillo + carnes de caza, tomillo + aceitunas o tomillo + carne estofada.
Para intrépidos culinarios, la combinación: tomillo + chocolate os dejará con los ojos en blanco.
MENTA: Verde melancolía
Frágil y caprichosa. Pieza clave en cocinas como la árabe y del sudeste asiático. Desarrolla todo su aroma combinada con azúcar. Esto no quiere decir que sea ingrediente exclusivo de la cocina dulce. Es buena amiga de los sabores fuertes y así la trabajan en la cocina asiática.
Clásica combinación es menta + cordero, menta + chocolate negro o menta + pepino.
Para ti, que siempre quieres más, existen combinaciones con más “punch” como menta + mango en platos de cuscús, menta + morcilla en un pintxo o menta + guindilla como base de un chutney.
CLAVO DE OLOR: Egocéntrico empedernido
El fuerte carácter del clavo debe tenerse en cuenta antes de utilizarlo, una pizca de más puede enmascarar cualquier otro sabor, arruinando el plato. La mezcla picante y dulce del clavo, le ha llevado a ser integrante de honor en mezclas tradicionales el Garam Masala indio o el Ras el Hanout marroquí.
Sus usos culinarios pasan por carnes, patatas, arroz, escabeches, marinados, licores y postres, siendo además parte en la elaboración de la famosa salsa Worcestershire y (¡ojo!) en los cigarrillos fabricados en Indonesia.
Una combinación para prudentes culinarios es la de clavo + manzana en tartas y pasteles así como en compotas.
Otras combinaciones un pelín más arriesgadas son clavo + café, clavo + melocotón o clavo + jengibre.
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