¿Cómo causar buena impresión el primer día? ¿Cómo demostrar lo que vales superando tus miedos de novato? ¿Cómo convencer al jefe de cocina de que vales para esto? ¿Cómo puedo destacar sobre el resto?
En la escuela donde se formó Carlos en Argentina había una lista de espera de 2 años para poder hacer prácticas en la cocina que dirigía en la distancia Ferrán Adriá aquí en Sevilla, la Hacienda Benazuza. Por un cúmulo de casualidades, Carlos comenzó sus prácticas el día de su cumpleaños rodeado de decenas de practicantes llegados de países muy distintos. La plantilla fija era muy escueta y parecía una utopía poder hacer parte de ese equipo.
Unas semanas antes de finalizar sus prácticas de tres meses, le llamaron al despacho del Jefe de Cocina y allí, firmó el contrato de su primera temporada como cocinero en la Hacienda Benazuza – El Bulli Hotel.
¿Quieres saber qué hizo que Carlos destacase y fuera el elegido entre decenas de personas para formar parte del equipo?
El momento se acerca y los nervios se palpan. En menos de un mes la mayoría de nuestros alumnos estarán cruzando por primera vez las puertas de su asignatura más difícil: la realidad de una cocina. Es el momento de aplicar lo aprendido adaptándose a una carta establecida, una forma de trabajar concreta y a unos superiores desconocidos.
No nos cabe duda de que llegan muy bien preparados: una teoría sólida, mucha práctica en la escuela y un buen aprendizaje sobre cómo trabajar profesionalmente en cocina. Sin embargo, para que sirva de recordatorio/resumen de lo ya trillado en clase y, para otras personas que estén en la misma situación valga el post de hoy.
Las Claves Definitivas para Destacar en Tus Prácticas de Cocina
1. Tómate las prácticas como un Máster y no como un Erasmus
Eres joven y te gusta el cachondeo. Como a todos. Pero este no es el momento de andar haciendo minipandis. Hay tiempo de todo y, si de verdad quieres impulsar tu crecimiento profesional y tener una oportunidad laboral y destacar sobre los demás, es vital que te tomes las prácticas como un máster, una formación intensiva de realidad en cocina donde aprenderás cada día más de lo que esperas si te pones las pilas y abres bien los ojos.
2. Demuestra tus ganas y tu interés
Pregunta. No te quedes con dudas. Exprime el conocimiento de los profesionales que te rodean. Esta es la mejor manera de avanzar. Eso sí, busca el momento adecuado para preguntar y no resultes pesado. Trata de no preguntar dos veces lo mismo y de no preguntar cosas obvias. No hay nada más molesto que un preguntón que no escucha.
3. No seas esclavo de tu reloj
Eso de que en cocina se trabaja 8 horas es ficción. Olvídate del reloj.
Aprende a identificar el momento perfecto para irte. Nunca desaparezcas sin pedir permiso «porque ya es mi hora de irme». Pregunta siempre si te puedes ir o si puedes hacer algo más antes de irte. Si ves que hay algún evento interesante para ti profesionalmente, quédate, no lo dudes, haz parte de ello. Ver cómo se organiza un gran evento es una pasada y no todo el mundo tiene la oportunidad.
Durante sus prácticas, Carlos entraba a trabajar todos los días a las 5 de la mañana en su partida de desayunos. Terminaba casi a las 17:00h. Los días que la cocina tenía eventos se ofrecía voluntario para trabajar. Se iba a casa, ducha rápida, dos horas de sueño y volvía a las 19:30h hasta finalizar el evento sobre la 1:30h. Por supuesto a las 5 estaba de vuelta en su puesto de trabajo, como cada día.
4. Atento a tu postura
No te apoyes en la mesa de trabajo como si estuvieras en la barra de un bar con los colegas, jamás te cruces de brazos, bostezes en exceso o estés sin hacer nada.
Siempre hay algo que hacer en una cocina. Si terminas tu trabajo, mira qué falta por hacer. Ofrécete a limpiar el horno, los fuegos, la nevera o el almacén o a ayudar a un compañero.
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5. Adelántate
No estés detrás del jefe de cocina cada 10 minutos preguntando «¿y ahora qué hago? ¿y ahora qué hago?». Si ya sabes como funciona la cocina, adelántate. Observa qué falta por hacer y hazlo. Fíjate qué tareas y labores se realizan cada día y actúa.
7. Absorbe
Sé testigo de pedidos, del trato con proveedores, de la interacción entre sala y cocina. Aprende de la organización general de la cocina. Comparte experiencias, dudas, libros y documentales con tus compañeros. Habla de cocina cuando estéis almorzando. Escucha y absorbe lo que otros pueden enseñarte.
8. Impulsa tus falencias
Este también es un buen momento para limar aquellas asignaturas que te cuestan más o de las que no tienes un amplio conocimiento. Aprende de vinos, charla con el sumelier, visita la partida de repostería y ofrécete como voluntario en tu día u horas libres.
Así fue como Carlos empezó a flipar con la repostería. Allá al final veía como un chaval hacía obras de arte azucaradas. Empezó a pasar horas libres como voluntario cerca uno de los que se convertiría en su amigo y en un referente del mundo dulce: Jesús Escalera de La Postrería.
9. Mantén una buena relación con tus compañeros
A menudo escuchas hablar a cocineros referirse de la cocina de sus restaurante como «mi casa» y de sus equipos como «mi familia o mi gente». Así es. La familia y el equipo de trabajo casi gozan de la misma definición: un grupo de personas que no eliges pero con las que pasas la mayor parte de tus horas y tus días. Con lo cual es vital tener una buena relación.
No es obligatorio tener amigos en el trabajo pero sí un trato cordial y la convicción de que para realizar un buen servicio es vital trabajar codo a codo y estar coordinados.
10. Sé humilde
No sé cuantas veces lo vamos a repetir en el blog pero no puedo escribir sobre este tema sin hacer alusión nuevamente a la humildad. Aunque tengas un título en tu mano, el camino acaba de empezar. Acabas de comenzar tu etapa de aprendizaje real y no es momento de ser altivo ni prepotente. Agradece la ayuda y las explicaciones, sé autocrítico con tu trabajo, reconoce tus errores y rectifica.
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11. Adáptate
Eres el último mono, darling. Tendrás que adaptarte al humor, al know how y a la forma de trabajar de la cocina. No pretendas que todo se adapte a ti, a tu personalidad o a tu carácter. Serás tú el que te tengas que adaptar te sientas o no identificado.
12. Respeta el silencio y la concentración
Durante el servicio la cocina se convierte en un cementerio. Al fondo sólo ha de escucharse la voz del Jefe de Cocina cantando las comandas. Nada de cuchilleos, risas, chistes ni protestas.
Es necesario respetar el silencio y favorecer la concentración del equipo. Ya habrá tiempo de risas mientras recogéis.
hola vero ! la verdad que de mucha ayuda tu blog ! estoy por entrar a una cocina super importante de encargada de cocina y la verdad que estoy un poco nerviosa, ya trabaje en muchas cocinas y fui enceargada, pero quiero estar al 100% enfocada y centrada para poder ser una buena jefa
Mucha suerte en tu andadura profesional Agustina 🙂
Seguro que irá genial. Confía.