Ser Cocinero

¿Realmente vales para ser cocinero?

A diferencia de la creencia popular, no todo el mundo sirve ni vale para ser cocinero.

Para trabajar en cocina profesional tienes que tener varias características y actitudes más allá de que te relaje cocinar, de que te olvides de los problemas cocinando, de que tus amigos te alaben tras cada cena y de que te hayan animado en más de una ocasión a abrir tu propio restaurante.

En cocina profesional es difícil relajarse cocinando y es bastante probable que pocas veces te digan lo bien que lo haces y lo rico que está todo (aunque lo esté).

Por experiencia propia y, es algo, que vemos desde que abrimos la escuela, tener un título en cocina no es un pasaporte seguro hacia un puesto de trabajo. Los alumnos salen bien preparados, de eso no hay duda pero hay algunos aspectos intrínsecos de cada persona que no podemos controlar: la actitud, la pereza, la falta de pasión, la falta de ganas de trabajar o la inmadurez. Somos buenos, pero no magos ni hacemos milagros.

Por ello habrá quien salga de aquí y o de la escuela de más prestigio del mundo y en la primera entrevista de trabajo lo manden para casa y así sucesivamente. Lógico.

Hay gente que tiene talento y un don especial pero sin las siguientes cualidades no podrá llegar lejos. Así que para que no te des el batacazo y tengas los pies en el suelo, detallaré los adjetivos primordiales que tiene que tener un cocinero.

 

SER COCINERO

 

¿Vales para ser cocinero?

 

#1. Ser trabajador

Es una profesión muy bonita, dinámica y gratificante pero muy muy dura. Los cocineros que trabajan 8 horas al día están en peligro de extinción, con eso te lo digo todo. Ten en cuenta también que tu trabajo es hacer pasarlo bien a las personas en su tiempo de ocio y su tiempo de ocio suelen ser fines de semana y festivos. Como te contaba en el post Lo que nadie te ha contado sobre la profesión de cocinero, para ti, los lunes pasan a ser los domingos.

Son muchas horas de pie, horas de producción, horas de servicio bajo presión y estrés y horas de limpieza, organización y vuelta a producir. Como ves dista bastante de ese comentario » la cocina me relaja».

 

#2. Ser humilde

Siempre habrá alguien mejor que tú, alguien que pele las gambas más rápido que tú, alguien que haga una receta mejor que tú, alguien que emplate mejor que tú, alguien que conozca más ingredientes que tú, alguien que esté más al día que tú. No te queda otra que aprender del que tengas al lado.

Da igual de donde vengas ni el título que tengas.

Otro aspecto que vemos a menudo y está relacionado con la humildad es salir de la escuela considerándose a uno mismo «Chef». Existen títulos de Chef, lo cual me parece de coña. Ser chef

 

#3. Tener disposición

Trabajar como cocinero no es sólo cocinar, ponerle la florecita o el brote culminante del plato y llevarte los aplausos. Trabajar en cocina implica limpiar platos, suelos y ollas como loco/a; implica pelar muchas patatas y muchas cebollas e implica acatar órdenes con un «oído» pienses lo que pienses en ese momento.

Implica estar dispuesto a todo en cualquier momento. Sin quejas, ni reproches y mucho menos, excusas.

La cocina no es lugar para «señoritos/as».

 

#4. Tener recursos

Pueden pasar muchas cosas.

Puede que no llegue el pedido de la verdura a tiempo. Puede que se estropee la cámara y se eche a perder el pescado que tenías para el plato del día. Puede que se estropee el horno en mitad de un servicio. Todo puede pasar y, de hecho, pasa. Como dice Carlos, «¿te vas a sentar a llorar o vas a solucionarlo?».

Un cocinero tiene que tener el conocimiento y la agudeza suficiente para solucionar este tipo de problemas en el momento y sacar adelante el servicio de comidas lo mejor posible y de una forma decente.

 

#5. Ser curioso

La cocina se mueve y si no te mueves con ella, te quedes atrás aislado y perdido. Si no estás al tanto del consumo actual de las personas, de las tendencias, de los productos y técnicas vanguardistas, llegará otro con este conocimiento y te quitará el puesto, pasará por encima de tu cabeza o lo que es peor acabarás siendo un mediocre conformista.

 

#5. Respetar el liderazgo

Tanto si eres ayudante de cocina, cocinero o jefe de cocina, este punto es importantísimo. La jerarquía en cocina se respeta casi como en un cuartel militar y no es porque sí. Es la única manera de tener un control de calidad.  No es difícil ver cocineros que cambian las recetas de sus jefes (¡a la hoguera!) y no es difícil ver cocineros que cuestionan el trabajo de sus jefes. Todo proceso y todo paso que se da en cocina tiene un por qué y si quieres formar parte de un equipo, tienes que respetarlo.

 

#7. Tener pasión

Que de verdad te guste esto.

Que te emocione la cocina.

Que te dé un subidón de adrenalina cuando comienza un servicio

Que en la escuela te motive aprender.

Que consideres la cocina como una de las cosas más importantes y que más te satisfacen en tu vida.

Si te falta esto, no sólo no vas a poder transmitir nada en tus platos y en tu trabajo, sino que no vas a ser feliz y difícilmente aguantes el ritmo. 

 

Llegados a este punto creo que puedes tener claro, tú que te conoces mejor que nadie, si esto es para ti o no. Si este oficio se alinea con tu personalidad y con lo que quieres para ti en tu futuro profesional. Sé sincero y no te llevarás disgustos.


Si quieres ser alumno,apúntate a la lista de espera y nos pondremos en contacto contigo en cuanto abramos las inscripciones para informarte de todo lo relativo al curso y a la escuela.

ser cocinero

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4 comentarios en “¿Realmente vales para ser cocinero?”

  1. Yo tengo todos los puntos menos el ultimo, cada dia que pasa me quemo mas en la cocina ya no por el hecho de cocinar si no por los jefes que uno tiene

  2. Juan Manuel Louvier Salcedo

    Si me das un arma y me das a elegir entre asesinar a un político corrupto y a un chef corrupto, escojo asesinar al chef, los odio, ahora soy administrador de ventas en bienes raíces y me va bastante bien

    1. Lo suyo sería que no te dieran un arma y que no mates a nadie.
      Genial que te vaya bien y lástima que tuvieras una mala experiencia. En todos los oficios las hay, suerte que no es algo extendido.
      Un saludo,
      Vero

Los comentarios están cerrados.